viernes, 19 de abril de 2013

Envejecer ¿con dignidad?

Estoy indignada, no quiero ser una señora mayor. No hay ninguna dignidad en envejecer (al menos no para las mujeres). A partir de los 30 si estas soltera y no tuviste al menos un pibe la vida se te complica. Demasiado usada para algunos, demasiado solterona para otros, demasiado lo que vos quieras.
La flor de la vida las pelotas, cumplir 30 o estar a punto de cumplirlos es como ir en un ascensor que cada vez aumenta mas la velocidad y cuando querés acordar tenes 80 años si tenes suerte y la vida te pasó por encima sin piedad.
Ahhh las primeras décadas de la vida, de 0 a 10 años todo es diversión (para los que tienen una buena infancia of course) escuela, amigos, al principio mamá que nos da la teta, nos cambia pañales, nos baña, dormimos y nos rascamos las pelotas todo el día. De los 10 a los 20 somos pubertos y luego adolescentes, crecimiento rápido, cosechamos amistades duraderas, salimos de joda, nos ponemos en pedo, un porro de vez en cuando... Que linda que es la vida. De los 20 a los 30 bueh, esa es otra historia. Laburo, responsabilidades, universidad si se te da la gana, medio camino a la madurez emocional, quizás un hijo y algunas mujeres se pasan de la raya y tienen un poco mas...
Ahora, a partir de los 30 para mi es la debacle de la humanidad. La mujer supuestamente esta en la mejor etapa emocional y laboralmente hablando (o al menos eso muestran en las revistas viteh). En mi caso los 30 me dan fobia, todavía me falta un año y ya estoy sufriendo pensando que el tiempo se me va a escurrir como agua entre los dedos y yo acá, haciendo... haciendo.................. emmm nada.
Me gustaría hacer una leve sucesión de los acontecimientos que, a partir de los 30, tienen efecto en las féminas  De los 30 a los 40 arrancamos con la disminución de la memoria, los ataques de maternidad repentinos y las que no tienen hijos se buscan tipos a los que puedan cuidar porque no pueden con su genio. Nos olvidamos las llaves, el celular, la hora, el día  y todas las pelotudeces que tengamos permitido olvidarnos. Los hombres nos miran raro si decimos que no tenemos niños o que nunca nos casamos. Conste que no entiendo porque a los 30 y algo es necesario tener esas dos condiciones, pero ponele que si. De a poco el cuerpo va sufriendo el embate del tiempo. Hacemos todo lo posible para mantener las tetas en su lugar, pero que conste que la gravedad hace lo que se le da la gana y se caen igual. Si no teníamos celulítis... Bueno ahora tenemos. La hermosa piel sedosa de la juventud se empieza a marcar con leves patas de gallo, quizás a algunas les aparezcan canas. UNA CAGADA TODO ENTENDÉS????????
De los 40 a los 50 las tetas ya están en el subsuelo y te las pisas con cada paso que das. El culo ya parece la calle combate de los pozos y si alguien te toca siente como si estuviera metiendo la mano en cartón corrugado. La piel empieza a perder el agua del todo y las arruguitas esas divinas que no se arreglan ni con botox empiezan a aparecer como por arte de magia. A estas alturas probablemente tengamos hijos adolescentes que disfrutan de la vida y nosotras a plena envidia porque no tenemos mas 17 años.
De los 50 a los 60 la  menopausia termina de dibujar nuestro cuerpo como si fuera la falla de San Andres, la celulitis directamente parece un bombardeo de la segunda guerra mundial, si tenes suerte no te quedas pelada, te agarran los calores esos que parecen un incendio en pleno verano y tenes que meter la cabeza (y en lo posible a vos entera) adentro del freezer. De cojer no hablo, cuando llegue a los 50 les cuento, pero si estoy segura de que ni los obreros de la construcción te dicen guarangadas salvo que seas Graciela Alfano
De los 60 en adelante para mí es el vacío mismo, hacer yoga, juntarse con las jubiladas a sacarle el cuero a las otras viejas, viajes a Mar del Tuyú, y si tenes una buena jubilación vivir en el bingo que es lo único que te permite no acordarte de que SOS VIEJA!!!!!!!
A los 80 ya está, la regresión a la infancia. Podés tener suerte y ser como mi abuela que a los 91 años parece una piba o puede que la vida no sea tan benevolente y termines cagándote encima. Quizás  si tenes guita, como todo, te consigas una silla de ruedas con dirección hidráulica, dientes postizos de adamantium y una enfermera que te cambie los H
uggies. Si no tenes guita conformate con tomar la comida con pajita, que te atiendan de mala gana, que te consideren un estorbo y que con suerte te visiten tus nietos una vez al mes.
No todos los casos son iguales, pero la verdad no le veo la dignidad a envejecer. Por lo tanto hago un llamado a la solidaridad: Cuando vean que me pongo gagá, me olvido el nombre de mi hijo, nombro a 30 personas y después a vos y sobre todas las cosas cuando mi cuerpo sea victima de la gravedad y la falta de agua... MATENME.

EUTANASIA PARA LAS QUE NO QUEREMOS SER VIEJAS Y CHOTAS HE DICHO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

1 comentario:

  1. Me llama la atención que al parecer, los únicos cambios que pareciera que existen son los físicos. Tipo que si se lograra una fórmula para ser siempre joven (como en la película "La muerte les sienta bien"), todo se solucionara. Pero para muchísimas personas, eso es definitivamente lo de menos.

    Una persona puede tener veinte años y ser la más linda del mundo, pero si sus años fueron vacíos y no aprendio nada ni creció nada, entonces será una persona insulsa, aún con sus veinte años.

    Para muchos, el ideal de una persona atractiva es una persona inteligente. Pero la inteligencia rara vez es espontánea. Viene de la experiencia. Viene de todo lo que viviste. Si uno es sabio a los veinte, es un genio. Pero eso no existe.

    El ejemplo que vos citás, el de que una persona al ser mayor de 50 es un viejo choto que se olvida de todo y tiene un cuerpo hecho mierda, realmente no tiene mucho que ver con la edad, sino con la cantidad de excesos que tuvo en su vida (por ejemplo una persona que llevó 50 años de emborracharse no será igual a una persona que tuvo una vida sana). Para muchos, la edad significa "sé mas cosas que vos, y puedo lograr más cosas que vos". Eso depende más de que uno haya usado esos años para construirse... o para destruirse.

    Por cierto, tengo el presentimiento de que los que llegamos a los 30 habiéndonos cuidado de no tener seis o siete hijos, somos afortunados, jajaja.

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